Una de las más peligrosas es la malaria, que mata a 3 millones de personas cada año. También son frecuentes en nuestro entorno las picaduras del mosquito tigre, que aunque no transmiten ninguna enfermedad, si que pueden ser molestas y dolorosas. Por este motivo, es importante disponer de repelentes eficaces, ya que es la mejor manera de protegerse de las picaduras de los diferentes artrópodos.

Podemos clasificar los repelentes en químicos y naturales. Dentro del grupo de los químicos sintéticos encontramos la dietiltoluamida (DEET), el más usado y que es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el más eficaz. Entre los naturales, encontramos los aceites esenciales derivados de plantas, como la citronella, que se considera poco tóxica y que no suele provocar reacciones adversas.